sábado, 28 de mayo de 2011



Adicción

Ella es la que en realidad aguarda impaciente. No se decide; es que es
débil de espíritu. Primero, floja, como que si como que no. Luego ya
le gana el vicio; no tolera la presión y consume… consume hasta
saciarse y sentirse mareada, en un éxtasis divino al cual de seguro
volverá a caer en la noche siguiente.
Así son los vicios. Triunfan. Y ella es la que en realidad consume,
no yo. La junto con una tarjeta de crédito, formo un cerrillo blanco y
radiante; agarro un tubillo, con un extremo en una fosa nasal y otro
ahí, aspirando y dale que dale.
Yo no soy el adicto, es ella. Ella no tolera que yo la deje ahí y no
la aspire; ella no aguanta a ser consumida porque está enviciada
conmigo, con mi sangre por la cual drena y se siente en un trance
feliz, aunque sólo sea un breve segundo.





David Jofré

























Mucho sin pasar por aquí pero pronto tendré tiempo… ojalá

Gracias a todos los que se preocupan cuando me desaparezco

Los Amo